jueves, 26 de enero de 2012

Tu Mente no es tu Cerebro

Hay muchos científicos buscando dentro del cerebro las funciones de la mente humana. Es lo mismo que mirar adentro de un aparato de radio en busca de la voz y preguntarse cómo es que los circuitos electrónicos son lo suficientemente inteligentes para conocer cuáles son los precios de la bolsa de valores, en dónde están las congestiones en las autopistas, cuál es el pronóstico del tiempo y las demás cosas que se escuchan en la radio.
Obviamente la radio realmente no sabe todas estas cosas pero lo que sí hace muy bien es detectar un campo electromagnético que se encuentra codificado con esta información --la señal de transmisión ¡en la cual se encuentra sintonizado! De una manera similar el cerebro detecta algo de lo que sucede en el campo mental. Está limitado solamente por el hábito de qué puede sintonizar pero ustedes podrían fácilmente ampliarlo un poco. Ustedes poseen una "estación favorita" a la cual le dedican todo su tiempo de audición, pero con un poco de práctica, podrían moverse fácilmente hacia arriba y hacia abajo del dial. Algunos de ustedes lo hacen sin saberlo y quedan muy confundidos con todos las extrañas emisiones y sonidos de estática que emiten las demás personas. El cerebro, en sí mismo, no sabe nada, por supuesto. Es un milagroso descodificador y traductor y una antena sorprendentemente compleja hacia los campos mental y físico. Procesa señales provenientes de los sentidos externos de ustedes y las correlaciona para brindarles un cuadro completo de la realidad física. Cuando sus ojos ven un patrón de energía, sus cerebros convierten la maraña de señales en imágenes de mesas, sillas, árboles, y así sucesivamente. Pero las funciones de la mente, per se, como por ejemplo, el acto del pensamiento, están ancladas en su campo mental, no en su cerebro.
No vayan a pensar que estoy minimizando al cerebro. En su calidad de componente "biotransductor" es uno de los transmisores y receptores de energía electro-química más complejos que existen en cualquier plano físico, en cualquier parte. Ustedes, como ESPÍRITU, lo desarrollaron en respuesta a la petición de la especie humana de enfocarse totalmente en el plano físico. Es único en el universo.
Así pues, aquello que ustedes creen que es "ustedes" es en realidad un cierto número de campos, cada uno de los cuales es un medio que sostiene una banda de energías sorprendentemente complejas, compuestas de un enorme número de frecuencias interactivas. Esta combinación de energías, o marca energética, define sus personalidades y es única en el universo. Estos patrones indescriptiblemente complejos que constituyen el ustedes que ustedes conocen, están variando constantemente, de acuerdo con los cambios que a cada momento se sucedan en las intenciones y funciones de sus yo-espirituales. Es urgente que se vuelvan sensibles a sus energías y que si se encuentran ocupados haciendo algo y de repente ya no les parece divertido, entonces deténganse y hagan algo distinto, o no hagan nada. El cambio que sintieron era la señal de un giro dimensional más elevado y la energía sencillamente se escapó de lo que fuera que estaban haciendo. De similar manera es posible que estén en un lugar y de repente sientan que deben salir de allí. Háganle honor a ese sentimiento y partan. No se disculpen, sencillamente digan: "Debo irme ahora".
A pesar de que las energías en sus campos físico, emocional y mental no se sobreponen en frecuencia, sí se suceden unas resonancias extremadamente complejas entre ellos. Por ejemplo, la energía del miedo en su cuerpo emocional ahogará los pensamientos de optimismo de su cuerpo mental. La energía también interactúa dentro de un cuerpo en particular. Por ejemplo, una frecuencia de miedo automáticamente vela y posiblemente excluya la frecuencia del amor, debido a la manera en que ambas interactúan. El miedo --sea que se esté manifestando como sospecha, como celos, como arrogancia, como menosprecio por sí mismos o como cualquier otra cosa-- consiste de una energía de baja frecuencia que bloquea la energía de frecuencia más elevada. No juzguen el miedo como algo malo --es un buen maestro para algunas lecciones-- sino, y esto es urgente, véanlo como lo que en verdad es: sencillamente energía. Siempre se encuentra fundamentado en un sentimiento de no ser adecuado o de ser incapaz de lidiar con la vida o con algún aspecto de ella y, en últimas, en un sentimiento de estar separados del ESPÍRITU. Tomen nota que tan sólo es un sentimiento de separación, pues ustedes, en verdad, jamás están verdaderamente separados ni jamás lo estarán porque no es así cómo funciona el universo.
El miedo puede ser de una magnitud tal que puede inundar sus campos completamente y distorsionar todas sus emociones y pensamientos. Semejante percepción distorsionada los hará interpretar hasta los actos más gentiles de los demás como si estuvieran basados en el mero interés egoísta. Afortunadamente, tal y como lo veremos, la emoción del amor actúa de la misma manera y puede inundar todos los tres campos.
Probablemente lo que mejor determina cómo se sientan ustedes y cuán bien están funcionando, es el grado de alineación de estos cuerpos. Recuerden que un cuerpo es la combinación de un campo y de sus contenidos. Cuando están alineados, sus cuerpos están posicionados simétricamente alrededor de su cuerpo físico y giran en la proporción que les es mejor. Después de una gran querella con alguien, su cuerpo emocional puede quedar, literalmente, "torcido"; o después de algún trabajo cerebral intenso, su cuerpo mental podría parecer localizado sólo alrededor de su cabeza y girar de manera errática. Más tarde vamos a ver algunas técnicas para volver a alinear sus cuerpos, pero, por ahora, es suficiente que sepan que ustedes los tienen.